Digamos que estamos sentados frente a nuestra computadora y queremos ver algún vídeo. Tecleamos la dirección de la página que buscamos y “mágicamente” la página que buscamos aparece en nuestra pantalla.
Bueno pues en realidad no fue magia, lo que ocurrió fue lo siguiente:
El navegador genera una conexión a un servidor web, le hace la solicitud de la página que desea abrir y el servidor le entrega la página al navegador. Explicándolo de una manera más profunda ocurrió lo siguiente:
- El navegador divide la URL (la dirección que escribes en el navegador) en 3 partes: Protocolo, Nombre del servidor y la Ruta. Por ejemplo en la URL “https://yosoy.dev/files/material/web/” el protocolo es “http“, el nombre del servidor es “yosoy.dev” y la ruta es “/files/material/web/“.
- El navegador se comunica con otro servidor que traduce el nombre (“yosoy.dev“) a una dirección IP para que se pueda conectar a la máquina destino. A esto se le llama DNS.
- Entonces el navegador crea una conexión al servidor de dicha dirección IP.
- El navegador envía la solicitud de la pagina que buscamos utilizando la Ruta.
- Y finalmente el servidor nos regresa la página que deseamos abrir, cuando la página viene en un formato, por ejemplo HTML, el navegador lee los comandos del archivo y muestra la página en la pantalla.
Podemos ver entonces como la web funciona en base a un modelo Cliente-Servidor, donde el cliente es nuestro navegador que envía las solicitudes al servidor Web.
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